miércoles, 9 de abril de 2008

'LESIONES INCOMPATIBLES CON LA VIDA'. Simplemente dolor

CRÍTICA DE TEATRO

'Lesiones incompatibles con la vida'
Autora: Angélica Liddell
Escenario: Teatro Lope de Vega (Alcalá de Henares). 6 de abril de 2008

Angélica Liddell taladra conciencias con una admirable perseverancia. La única pega que se le puede poner a la ardorosa tarea a la que se entrega sin titubeos toda su dramaturgia viene impuesta por las limitaciones del alcance. Las intenciones que propagan cada una de sus piezas sólo salen fortalecidas en caso de choque frontal con lo imprevisto. Si no, nuevo caso de acción a pequeña escala que, visto el panorama, se puede dar por bueno. Liddell ha saltado a los papeles en virtud de los últimos acontecimientos generados alrededor suyo. Las puertas del Centro Dramático Nacional se abrieron hace unos meses para dar cobijo a un par de sus criaturas, recibidas con distinción de opiniones. Un reconocimiento más o menos general, resumido en las buenas palabras de relevantes compañeros de profesión y fijado por algunos de esos premios que tanto brillan en el palmarés, ha sacudido su trayectoria, un interminable tránsito por las cloacas menos acicaladas de la sociedad. Desde luego, tales acontecimientos reseñables no se han traducido en una variación perceptible de la conducta que guía las creaciones de esta belicosa dramaturga, un extraño ejemplar que aletea prácticamente en solitario en el panorama escénico actual.

‘Lesiones incompatibles con la vida’, un texto escrito en 2003 y comprensiblemente apenas puesto en escena, muestra a una Liddell que se juega el pellejo. Ya no se trata únicamente de golpear con un texto, de empotrar un discurso claro, contundente y unidireccional en la mente del espectador, sino de exprimir al máximo las consecuencias en base a la acción que desencadenan las palabras. Liddell recibe a los asistentes, apenas una veintena de personas, semidesnuda. Una careta tapa su cara y dos pesados bloques de piedra cubren sus pies. Una pantalla en la que se suceden imágenes desoladoras sobre una fotografía del álbum familiar acompaña el ritual en el que exorciza sus frustraciones.

La actriz tira a dar, no deja títere con cabeza, aunque recurra a una protesta verbalizada de un potencial menor a otras propuestas de su cosecha. Proclama a gritos sordos la rabia que siente por seguir viva. Busca dañar. Los huecos en blanco que deja el texto, una colección de frases cortas que martillean a los pilares de la sociedad contemporánea (familia, poder, religión), los tapa con dolor físico. Repetidamente se golpea con guijarros afilados en la zona vaginal. El lugar elegido enlaza con lo que quiere transmitir. Liddell no se responsabiliza de la perpetuación de la especie. No quiere tener hijos, rechaza la descendencia. “Mi cuerpo es mi protesta”.

Todo retumba a verdad. El mensaje es nítido. Único. La contradicción no se hace patente. “No confío en un futuro mejor”. No hace falta más, aunque suene prefabricado, muy manoseado, listo para quien quiera escucharlo, que no serán cantidad. ¿Cuál es el límite al que un artista está dispuesto a llegar para proclamar su visión del mundo? ‘Lesiones incompatibles con la vida’, casi al borde del rechazo, pone a prueba esa tesis. No es definitiva, aunque sí permite conclusiones. A la media hora, Liddell se derrumba, exhausta. Por el altavoz se acaba de escuchar una última frase. Puede sonar esperanzadora. Pero no, descartado. “La bondad no existe”, bramó con anterioridad. El corolario sólo es un arrebato de ironía que trata de aliviar el trance vivido. “El mundo es maravilloso”. Nada nuevo, Liddell en estado puro.

3 comentarios:

Jesús E. Armenteros dijo...

HOLA RAFA,
estoy trabajando sobre una tesis en la que se incluye un análisis de Lesiones. ¿Podrías darme tu apellido para citarte como crítico? Gracias,
Jesús Eguía Armenteros

Jesús E. Armenteros dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Hola Jesús.

Muchas gracias. Mira, puedes ver la crítica -y el apellido- en este enlace:
http://www.lacallemayor.net/dyn/cultura/teatro-y-danza/criticas-de-teatro/?action=WzIxNztbMTI7W25hbWU7ZGVtdWVzdHJhYXJ0aWN1bG87XV1d&217_demuestraarticulo_0_12=2600

El segundo apellido, por si lo necesitas, es Tejel.

Ánimo con la tesis, un saludo.