domingo, 6 de mayo de 2007

'BUUU!'. Toda una garantía

CRÍTICA DE TEATRO

Buuu!
Autor: Yllana
Dirección: David Ottone
Reparto: Janfri Dorado, Rubén Hernández, Raquel Pérez
Producción: Yllana
Escenario: Teatro Salón Cervantes (Alcalá de Henares). 5 de mayo de 2007

Yllana posee la preciada fórmula. No es un objetivo asequible, y si no apunten el número de compañías teatrales de nivel que se dedican exclusivamente a la comedia, una cifra ridícula. Yllana está en lo más alto de la escalera. Cada producción que saca se salda con resultados satisfactorios, con unos espectáculos fácilmente reconocibles, que llegan a todos los públicos y con unas características y líneas de trabajo efectivas.
'Buuu!', hay que decirlo, no es el mejor montaje de su última oleada. La insistencia en el gag escatológico y la dispersión que se vive en un determinado sector de la trama disminuyen el efecto revitalizador que sí tuvo, en su momento, la memorable 'Olimplaff'. Lo que se cita nuevamente sobre las tablas es un trabajo interpretativo humorístico de primer nivel. Hasta en las salidas de tono, el trío actoral, liderado por Janfri Dorado, mantiene el tipo. Hay chispa sobre las tablas, lo que se contagia a un patio de butacas que asiste totalmente receptivo a los guiños del montaje, que exigen a momentos una complicidad elevada. No hay tanto afán por la gestualidad como por conectar con el público en este 'Buuu!', lo que tampoco es un defecto vista la reacción del espectador.
Los tres intérpretes tejen sin demasiadas complicaciones un universo fantasmagórico en el que conviven los clichés más comunes asignados al terror. Las raíces están ese celuloide impulsado por la Hammer. No falta Drácula, una jorobada con tendencia al eructo de larga duración ni Frankenstein. Tampoco ese esqueleto parlanchín tan cercano al maestro de ceremonias de 'La novia cadáver' de Tim Burton. En base a personajes tan cinematográficos, Yllana erige una dramaturgia débil aunque siempre divertida. Y con una sorpresa. La obra no sólo se nutre de un terror cómico y a ratos algo soez. Se incorpora la magia al grueso de virtudes demostradas hasta la fecha por la compañía. De la mano de Janfri Dorado, en 'Buuu!' se pueden contemplar acrobacias visuales de gran nivel que culminan en un número final que en poco debe envidiar al de los grandes profesionales de la materia. Pequeños y mayores, con la boca abierta.
Del resto, los momentos destinados a perdurar más tiempo en la memoria llegan tras la irrupción de Frankenstein, una figura propicia para pasar por el dispositivo creativo de Yllana. Una noche de más risas que miedo la que ofrece esta compañía, toda una garantía de máximo nivel para pasar un buen rato en un teatro.

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