martes, 3 de abril de 2007

'MEDEA'. Desgarro imperecedero

CRÍTICA DE TEATRO

'Medea', de Jean Anouilh
Compañía: L'Skene
Adaptación: Luz Valenciano
Dirección: Juana González
Escenario: Corral de Comedias (Alcalá de Henares). 31 de marzo de 2007

<>Medea es uno de esos personajes que ha conseguido romper las rígidas barreras temporales, asentarse en el repertorio teatral contemporáneo y seguir interesando al público actual. La adaptación del mito realizada por Luz Valenciano, inspirada en la relectura del francés Jean Anouilh, toma como punto de partida la historia original y la traslada a un contexto accesible, sin dificultades para el espectador no familiarizado con la pasional mitología griega.
La dura realidad de una madre capaz de matar a sus propios hijos, impulsada por un incontenible deseo de venganza, ofrece una privilegiada materia prima para un montaje teatral. El recurso de trazar un invisible lazo entre la Medea original y una mujer contemporánea, acusada de los mismos crímenes cometidos por el controvertido personaje mitológico, podría haber resultado sumamente eficaz. Sin embargo, el digno intento se desvanece debido a la escasa definición de esta segunda figura, una mujer distante para un público que no consigue conectar con sus desconocidas circunstancias. Ante esta lejanía, es difícil que el espectador elabore su propio juicio acerca de la culpabilidad de un personaje escasamente perfilado.
El espectáculo, dirigido por Juana González, se asienta en un pilar esencial: la vigorosa presencia de Xenia Sevillano, una Medea desgarrada dispuesta a derrochar sentimientos sobre el escenario. El resto del reparto funciona de manera desigual y en algunos personajes, especialmente en Jasón y en la acusada, se echa falta una mayor dosis de garra, una fuerza capaz de romper la cuarta pared y encontrar la complicidad del espectador.
La puesta en escena destaca por la cuidada incorporación de elementos heredados de la formación dancística, minuciosas coreografías teatrales que beben de las raíces más flamencas. Mención especial merece ese baile-pelea, contundente y pasional, con el que Jasón y Medea llevan a las tablas el momento más intenso de la representación, un acierto de eficaz factura visual.
La adaptación del mito de 'Medea' de la compañía L'Skene transcurre ágil, sin parafernalias innecesarias y con una chispa flamenca que contribuye a dotarle de un tinte claramente actual. Algunos instantes escénicos resultan prescindibles, especialmente esa avasalladora llegada de un rey engominado y demasiado contemporáneo. Tampoco logra provocar la reflexión del espectador, aunque funciona como una sencilla relectura, apta para todos los públicos, de un mito imperecedero.
(MM)

No hay comentarios: