miércoles, 31 de enero de 2007

OLGA ROMÁN. De perfecta 'partenaire' a dulce solista

Perfil de Olga Román
Se conocieron en Vallecas. Ella tenía veinte años, una encantadora timidez y un buen puñado de sueños musicales. Ocho años después de aquel primer encuentro, al otro lado de un prolongado puente de jazz estadounidense, él estaba esperándola. La llamó, se les hizo tarde y ella perdió el último metro mientras compartían canciones y daban los primeros pasos de una consolidada relación.
Ha pasado más de una década desde que Olga Román y Joaquín Sabina protagonizaran aquel intenso reencuentro. Era el Madrid de 1993 y el cantante dibujaba los temas que formarían parte de su siguiente disco, 'Esta boca es mía'. Desde entonces, la dulzura cándida de Román se ha convertido en el perfecto contrapunto para la personalísima ronquera de Sabina. Una fiel 'partenaire' que perfila con sus coros poemas contemporáneos, declaraciones de amor frustrado y retratos urbanos.

Dulce corista
La carrera de Olga Román comenzó a principios de los 80 de la mano de Luis Eduardo Aute. Después de ser corista en dos de sus discos, 'Entre amigos' y 'Cuerpo a cuerpo', decidió emprender un viaje a Boston para introducirse en el mundo del jazz. Lo que iba a ser una aventura temporal se transformó en una larga estancia de ocho años. Se graduó en el Berklee College of Music y formó el Olga Román Quartet, agrupación con la que actúo en algunos de los festivales de jazz más prestigiosos de la Costa Este.
Desde su regreso a Madrid ha compartido escenarios y grabaciones con Joaquín Sabina, quien siempre ha presumido de "haberle robado la chica a Aute". Además de sus continuas colaboraciones con el jienense, su voz puede oírse en temas de Extremoduro, Jorge Drexler o Fito y Fitipaldis.
En el año 2000 comenzó su carrera en solitario con 'Vueltas y vueltas', álbum en el que aparece el tema 'Again', incluido en el filme de Miguel Albadalejo 'El cielo abierto' y nominado al Goya a la Mejor Canción Original. Cuatro años más tarde vio la luz 'Olga Román 2', una íntima y vital selección de piezas que beben del pop, el jazz y la música brasileña.
La madrileña sala Galileo recibirá la actuación de Olga Román el próximo 8 de febrero. Un recital pausado, cercano y seductor a cargo de una de las voces más dulces y personales del panorama musical.

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