jueves, 23 de marzo de 2006

'VOLVER'. De vuelta de nada (****)

CRÍTICA DE CINE

Cuando se avecina película con el sello Pedro Almodóvar se pone en marcha una brutal maquinaria de promoción que oscurece los posibles aciertos y errores del trabajo en cuestión. Es un hecho incontestable que sucede con cada estreno del director manchego. Ocurrió al principio de su carrera, cuando se erigió en cineasta oficial de una época, la Movida, que enterró un pasado oscuro, y se mantiene en la actualidad, cuando Almodóvar vive rodeado de estatuillas doradas y es el tótem que propaga el cine patrio más allá de sus fronteras.

El actual Almodóvar funciona más allá del bien y del mal. Sus últimos coletazos fílmicos son una especie de retrato en profundidad de su propia personalidad. Es un Almodóvar más melancólico y nostálgico que nunca. 'Volver' se ha vendido como un regreso a las tierras que le vieron nacer, a las raíces manchegas en las que forjó su mirada extravagante y retraída. Esa publicitada vuelta es parcial. Madrid, siempre Madrid, solapa a las escenas que tienen a La Mancha como protagonista.

El regreso de Almodóvar, muy evidente en una película que supone una ruptura total con la infravalorada 'La mala educación' y la sorprendentemente aclamada 'Hable con ella', es en otro plano. El director pone sus ojos en ese cine de sentimentalidad exhuberante. Compone una historia puramente femenina que edifica con lógica y fluidez, un homenaje personalísimo a ese pasado que Almodóvar parece no haber olvidado nunca.

'Volver', graciosa y triste, alegre y desoladora, baúl de sentimientos, conjuga sin grandes artificios surrealismo, costumbrismo y realidad sin echar mano en ningún momento de ese erotismo desenfrenado tan recurrente en la filmografía almodovariana, en un relato que tiene como eje la figura protectora de la madre, tema que devuelve al Almodóvar más personal de esta última época.

Haciendo uso de un guión magistral, Almodóvar flirtea con la comedia, pasa al drama, mezcla actitudes contemplativas (el restaurante) con reivindicativas (crítica durísima a los programas de cotilleo), se da un paseo por la tragedia griega, mira al costumbrismo patrio, y desemboca en un epílogo majestuoso, pertinente y construido con buen gusto.

'Volver' significa el regreso del Almodóvar más genial, ese que es capaz de extraer el jugo más delicioso a un reparto enteramente femenino que incluía actrices que andaban de capa caída como Penélope Cruz, que sale revalorizada, y de qué manera, después de una actuación portentosa. Blanca Portillo cumple en un papel difícil, casi teatral, y la deslumbrante Yohana Cobo se revela como algo más que una actriz de futuro. Carmen Maura, en su regreso, está inmensa en otro papel que sólo podía hacer ella, regalo maravilloso del que fuera su descubridor. El desequilibrio viene por parte de una Lola Dueñas poco convincente y unos personajes masculinos extremadamente superficiales y con poco que decir. Nada nuevo para Almodóvar, que ha cubierto con creces las altas expectativas que había generado esta 'Volver'.

No hay comentarios: