martes, 7 de marzo de 2006

'MANUAL D'AMORE'. Cupido falla (*)

CRÍTICA DE CINE

Lo peor que le puede ocurrir a una comedia ligera, plagada de diálogos estúpidos y con unas interpretaciones que rozan el esperpento es que se tome en serio, que se proporcione el placer de ofrecer una reflexión filosófico-existencial sobre esa palabra de de imposible catalogación que es el amor. 'Manual d'amore' es una película insufrible y anquilosada en unos rígidos estereotipos cómicos del pasado, un regreso a tiempos pretéritos y olvidables del cine europeo. Trivializar los sentimientos, exprimirlos sin sentido, colocarlos al borde del esperpento y reducirlos a un cortar y pegar de escenas marcadas por la simpleza argumental son tareas que aborda con precisión este largometraje, de impresionante éxito en Italia y en España. De su país de origen se ha traído doce nominaciones a los ínclitos Donatellos, lo que vendrían a ser los Goya patrios. Esta simple mención sirve por sí misma para observar el nivel de cine que se practica en estos momentos en Italia, con poco que envidiar al que se destila por estos lares. Más que nada, porque esta 'Manual d’amore', engañosa hasta la extenuación, no es mejor, aunque se lo crea desde la primera palabra de su guión, que comedias como 'Los dos lados de la cama' o la mísmisima 'Torrente' que, al menos, juega limpio con los sentimientos más profundos de los espectadores. Lo que investiga 'Manual d’ amore' son las fases por las que pasa una persona cuando Cupido le lanza una de sus fechas: enamoramiento, crisis, traición y el abandono. El director ha optado por una historia coral, sin protagonismos absolutos, que al final terminan cruzándose de forma un tanto forzada en un alarde de presunta originalidad. Mientras que la parte del enamoramiento es sencillamente incomprensible (¿eso es una comedia a la italiana?), la de la traición y el abandono –pena de ese gran cómico que es Carlo Verdone– conviven con el patetismo. Sólo los diálogos y las interpretaciones de la fase de crisis, la más interesante, se salvan de este desaguisado totalmente sobrevalorado.

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