domingo, 23 de septiembre de 2007

MAREA. A mil revoluciones

Marea
Escenario: Auditorio Municipal (Guadalajara). 21 de septiembre 2007

Pues fue que sí, que el de Marea, con una semana de retraso, era el concierto estelar de las Ferias de Guadalajara. Enfangados los políticos y algunos medios informativos en un barriobajero y ridículo baile de cifras alrededor de la asistencia, nadie se había apercibido. El Auditorio, para el que le interese, se abarrotó a falta de rellenar las últimas filas, lo que permite aventurar la cercana aparición del oportunista comunicado de turno hablando de ‘éxito’, maldita palabreja. El concierto, de larga duración, fue de aquellos que no dejan indiferente, con un sonido limpísimo ejecutado por un grupo que en la actualidad constituye una de las maquinarias más potentes que operan en el panorama nacional. Tocaba Marea, el quinteto navarro que ha recogido el testigo del fervor popular que había dejado arrinconado Extremoduro, en horas bajas. Enarbola esa bandera generacional Kutxi Romero, rapsoda urbano que traza versos con una sinceridad apabullante. Bien podría ser un cruce entre el Rosendo insobornable y el Robe Iniesta más centrado e inspirado. Kutxi y su tropa siguen con reverencial respeto la línea marcada por anteriores generaciones. Con una diferencia. Ya no hay mensajes antisistema. Lo que sugiere de fondo la música de Marea es una rebelión desde el inconformismo. Las utopías, enclaustradas últimamente en fórmulas sencillas, se sustituyen por canciones que se reparten la energía en el sonido y en las letras. El concierto de Marea transcurrió bajo esos designios. Sólo se ralentizó en el habitual arranque por bulerías de Kutxi y cuando se afrontaban las composiciones del último disco, el sexto, todavía demasiado reciente. El medidor de latidos se revolucionó con los clasicazos, 'Duerme conmigo' –con Dani de Despistaos invitado- y ese 'Corazón de mimbre' que bien podría figurar en una antología poética del siglo XXI. El Piñas dejó su impronta heavy al cuarteto de temas al que se midió previa invitación de Kutxi ya totalmente descasimado. En esa tesitura y ya superando las dos horas largas se llegó a la tanda final, con 'Perro Verde' coreado con la fiereza que le otorga ser ya todo un himno y con 'Marea' cerrando una noche que acabó en manso oleaje después de una tempestad acústica manejada con extrema profesionalidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenísima crónica.