viernes, 4 de agosto de 2006

EL SUEÑO DE MORFEO. Niños buenos

CONCIERTO

El Sueño de Morfeo
Estilo: Pop
Escenario: Campo de fútbol de Cabanillas del Campo (Guadalajara). 29 de julio de 2006

Podría pasar por una concursante de Operación Triunfo. Buena voz, eso dicen sus incondicionales, muchos, grata presencia física, letras accesibles, una música dulce y pegajosa y un comportamiento exquisito y educado, tanto que a veces llega a empachar. Raquel del Rosario añade un plus, por si fuera poco. Mal que le pese, lleva a cuestas una relación sentimental con un famosísimo personaje del deporte mundial que condiciona la evolución comercial del grupo. Es la suma de todos estos condicionantes la que lleva a la determinación de que la música con El Sueño de Morfeo es prácticamente un elemento secundario, ensombrecido por una estrategia de marketing perfectamente ejecutada. Unos cuantos botones de muestra vividos en Cabanillas. El público es capaz de corear cada una de las canciones del grupo. Normal, sólo tiene un disco en el mercado. Lo chocante es asimilar la cantidad de veces que la cantante, en esa pose tan de directo facilón, acerca al micrófono al gentío para que se encargue de vociferar el tema de turno. Que lo hagan tipos con más de dos décadas de trabajo sobre los escenarios puede extrañar. Que sea una banda con un recorrido tan exiguo, todavía, es desconcertante. También es llamativa esa tendencia a rellenar tiempo muerto con felicitaciones varias y chascarrillos inofensivos. En ese sentido el guitarra del grupo, que se pasó la velada sentado por padecer una lesión, se marcó un discurso benéfico plausible que finiquitó con un lamentable “levantemos los putos cuernos”. ¿Alguien lo entiende? Por lo visto, es lo que tiene intentar ser un niño bueno aunque travieso.
Fijando el oído en el lado musical, es de justicia recalcar que el sonido fue excelente. Voz nítida, guitarras al nivel requerido y violín esporádico aunque incisivo. Un poco más de apuesta por el toque celta hubiera sido bien recibida. Del repertorio señalar que lo agotaron enseguida. El Sueño de Morfeo se marcó un inicio caliente. En veinte minutos ya habían sonado 'Esta soy yo', 'Nunca volverá' y 'Ojos de cielo'. En la zona media del concierto la temperatura bajó palpablemente para volver a elevarse en el tramo final, con 'Okupa de tu corazón' y la repetición del 'Nunca volverá'. Cumplidores y buena gente estos chicos de El Sueño de Morfeo. Y con bastante futuro.

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