jueves, 28 de diciembre de 2006

'EL FLORIDO PENSIL'. Lo previsible

CRÍTICA DE TEATRO

'El florido pensil'
Autor: Andrés Sopeña
Adaptación: Tanttaka Teatroa
Compañía: Tanttaka Teatroa
Dirección: Fernando Bernués, Mireia Gabilondo
Escenario: Teatro Buero Vallejo (Guadalajara). 28 de diciembre 2006

El tema del franquismo en el mundo del espectáculo continúa siendo previsible. La violencia de los métodos, la estupidez de algunas materias, la intoxicación ideológica... Todo criticado a través de la ironía y de forma demasiado similar a la que suele utilizarse. En ese aspecto, 'El florido pensil' aporta poco. Es al mundo del teatro lo que 'Titanic' al del cine.
Sí, muy bien hecha, aceptablemente interpretada, pero sin secretos ni descubrimientos sorprendentes. El cóctel diseñado por la compañía vasca Tanttaka Teatroa, el mismo con el que lleva triunfando una larguísima década, peca de previsibilidad. Poco aporta su obra a una cuestión que se ha sobredimensionado en los últimos tiempos.
Cinco actores sobre el escenario, con un Janfri Topera luciendo a sus anchas en su registro favorito. Un decorado más atmosférico que práctico. Un ritmo ágil en el que las bromas se persiguen. Mucha mueca, un poco de texto y algo de nostalgia. Quienes vivieron aquella época –más de una persona en un Buero Vallejo que agotó entradas– disfrutaron al poder recordarla con una sonrisa en los labios. Para los más jóvenes, allí estaban las virtudes que posee toda caricatura. Interpretaciones rozando el exceso, sketches rápidos, perfilados con rigor y concebidos con inteligencia. Un ejercicio de memoria, en definitiva, bienintencionado y lineal; trabajado con solvencia y fiable, tan capaz de llenar el teatro de carcajadas como de evitar un reflexión que, en el fondo, nadie había solicitado.
Compuesta a base de piezas breves, 'El florido pensil' se desarrolla con fluidez, llenando las tablas de lugares comunes, una colección de tópicos sobre la educación franquista que, a fuerza de rozar lo grotesco, consiguen un extra de verosimilitud. Para el recuerdo, escenas realmente conseguidas como la visita al centro escolar del inspector de la Falange y la del profesor de gimnasia andaluz y fascista. Memorables.

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