viernes, 11 de agosto de 2006

Pancho Varona: "Sabina quiere hacer el mejor disco de su carrera"

ENTREVISTA

Pancho Varona es una de esas personas agradables que llevan el talento con tranquilidad. Hace 24 años que Joaquín Sabina le apartó de su futuro de funcionario y le hizo debutar en un concierto en Alcalá de Henares. Después llegarían 1300 recitales más, un buen puñado de canciones imborrables facturadas a medias y una sólida admiración mutua. Varona regresará a Alcalá el próximo 22 de agosto para acompañar al cantautor jiennense sobre el escenario del Palacio Arzobispal.

Después de más de 1300 conciertos con Joaquín Sabina, ¿cómo se lleva la larga convivencia artística?
Pancho Varona: Se lleva tan bien que seguimos juntos después de 24 años. Eso no pasa ni en las parejas más enamoradas. El nivel de entendimiento que tenemos Joaquín y yo es impresionante, cada día más. Es una relación estupenda con todos los pros y casi ningún contra.

¿Se considera el colaborador al que más caso hace Sabina?
Creo que sí, aunque me da un poco de vergüenza decirlo. Me permito el lujo de darle mi opinión y me hace bastante caso. Musicalmente somos uña y carne, junto con Antonio García de Diego.

Iba para funcionario del Ministerio de Defensa cuando Joaquín Sabina le pidió que tocara con él, ¿cómo recuerda aquello?
Iba a opositar y me estaba preparando en una academia de Madrid. Joaquín me hizo una oferta irrechazable invitándome a tocar con él. Mi debut fue precisamente en Alcalá de Henares. Yo tenía poco más de 20 años y un ataque de pánico absoluto. No sé cómo explicar lo que significaba para mí el hecho de no haberme planteado en la vida ser músico y, de una semana para otra, actuar delante de miles de personas.

¿Qué recuerdos tiene de sus actuaciones en Alcalá?
De Alcalá me acuerdo sobre todo por aquella primera vez. Tengo otro recuerdo muy claro: cuando actué con Estopa hace dos años. También fue un concierto precioso, en el que grabamos el video de una canción tocando en directo. La verdad es que tengo Alcalá bastante presente, por supuesto.

Después de tanto tiempo tocando con Joaquín Sabina, ¿es de los que piensan que es ahora cuando mejor canta?
Por supuesto que sí. Hubo una época en que Joaquín tenía mucho empeño en 'cantar bien', en demostrar lo que su voz podía dar de sí. Hubo un momento, creo que fue grabando 'Esta boca es mía', en que se dio cuenta de que su voz por abajo era más bonita que en agudos. Fue a partir de ahí cuando empezó a transformar su estilo y su forma de cantar.

Antes de comenzar la 'Gira Ultramarina', ¿pensaba que Sabina cumpliría su calendario de conciertos?
No confiaba en él en absoluto. Joaquín tiene unos picos de euforia tremendos y después bajones. Pensé que el proyecto de la gira había surgido en uno de esos picos de euforia y creí que luego se iba a venir abajo. A lo mejor le venía un poco grande enfrentarse al público después del problema que había tenido, de la enfermedad. Reconozco que me equivoqué como un bellaco. Todos los días me lo recuerda y yo tengo que agachar las orejas y decir: "Me equivoqué primo, lo siento".

¿Le han sorprendido su aguante y sus ganas después de tantas actuaciones en directo?
Es increíble. Creo que está mejor que nunca. Ha habido giras mejores y giras peores, pero pocas veces le he visto tan concentrado en el trabajo. Está haciendo esfuerzos reales. Ahora lo secuestran después de los conciertos y se lo llevan a la cama directamente para que no tenga la tentación de irse por ahí a tomar copas. En vez de disfrutar la gira al acabar los conciertos, piensa inmediatamente en la siguiente actuación. Hay que estar muy cerca de él para darse cuenta del mérito que tiene lo que está haciendo.

Antes de comenzar con la gira de verano 'Carretera y Top Manta' había que seleccionar el repertorio, ¿hubo descartes dolorosos?
Sí, por supuesto. Cuesta muchísimo quitar canciones como 'Ruido' o 'Medias negras'. Ahora estamos preparando algunos cambios para los conciertos de agosto y septiembre. Queremos volver a tocar 'Ruido', que nos parece una belleza de canción, y recuperar 'Pongamos que hablo de Madrid', un tema que no tocamos desde hace muchísimo tiempo y que nos encanta.

Dos semanas después de pasar por Alcalá llega el esperado concierto en Las Ventas, ¿tienen ganas de llegar a Madrid?
Hay una mezcla de ganas y de miedo. Tocar en cualquier sitio de Madrid impone. Nosotros vamos a Alcalá pensando que va a ser la antesala de Las Ventas. Sabemos que va a ir mucha gente de Madrid, los amigos, los conocidos, la familia... Tocar en casa siempre es importante. Hay muchas ganas, pero también mucho respeto.

Joaquín Sabina y usted comparten escenario con Antonio García de Diego, ¿le consideran el auténtico genio musical?
Por supuesto, no tengo ninguna duda. Yo tengo mis puntos de inspiración y Joaquín también, pero el que coge una canción una vez que está hecha, la pone patas arriba y la desmenuza es Antonio. Lo tiene clarísimo todo. Él toca teclados, guitarras, hace coros... Es el auténtico comodín.

Además de ser músico de Sabina, usted ha compuesto muchas de sus canciones y temas para otros artistas. Si tuviera que elegir alguna, ¿con cuál de esas creaciones se quedaría?
Es muy difícil porque, como se suele decir, todas son hijas mías y no está bien decir que una es más guapa otra. Indudablemente hay una canción clave en mi carrera y que me ha dado unas satisfacciones tremendas, el 'No me importa nada' que canta Luz Casal. De las que he compuesto con Joaquín me quedaría con cualquiera: 'Y sin embargo', 'La del pirata cojo'... Si tuviera que elegir dos de mis composiciones me quedaría con 'No me importa nada' y cualquiera de las que he hecho con Joaquín.

¿Cuál de los temas de Sabina le hubiera gustado firmar?
Muchísimos... 'De purísima y oro', 'Noches de boda', '¿Quién me ha robado el mes de abril', 'Que se llama soledad', '19 días y 500 noches'... Me pongo a decir y no paro. Le admiro muchísimo como músico.

¿Sigue pensando que Joaquín Sabina debería componer más?
Efectivamente. Siempre he dicho que cuanta más música de Joaquín hay en los discos, mejores son esos discos. A él se lo digo a diario. No creo que eso sea tirar piedras contra mi tejado. Sin desmerecerme, creo que Joaquín es un músico impresionante.

Aparte de músico y compositor, también es productor, ¿le llena esa faceta?
A mí me gusta trabajar con Joaquín en lo que sea. Entre el directo, la composición y la producción, esto último es lo que menos me gusta. No soy animal de estudio y no tengo el suficiente sentido de la concentración para hacer un trabajo meticuloso. Para eso son perfectos Antonio García de Diego o José Romero. A pesar de ello, estamos produciendo mucho. Además de a Joaquín también lo hemos hecho con Estopa, Pasión Vega... Incluso últimamente hemos hecho alguna cuña publicitaria.

Precisamente cuando Antonio García de Diego y usted no participaron en las tareas de producción apareció '19 días y 500 noches', ¿sigue pensando que es el disco de Sabina que peores arreglos tiene?
Sí. Es un disco con unas canciones maravillosas y una portada preciosa, pero creo que está un poco descuidado. La gente puede pensar que estoy celoso, pero creo objetivamente que no es el disco de Joaquín que mejor suena.

En 1995 publicó su primer y último disco en solitario, ¿se plantea retomar esa faceta?
No tengo vocación de artista ni de solista. Casi me convencieron para grabar aquel disco y lo pasé fatal. Fue un álbum que prácticamente nació, vivió y murió en la misma semana. Ni siquiera sé dónde se puede conseguir. A lo mejor hay una posibilidad de reeditarlo, pero no lo sé.
Ahora estoy muy a gusto donde estoy y no quiero moverme de ahí. Sí es cierto que este año he pensado que a lo mejor hago otro disco. Tengo alguna pequeña oferta, pero todavía me falta convencimiento.

En 'Alivio de luto' se incluye la canción 'Contrabando', un tema suyo que estaba en aquel disco en solitario, ¿prefiere su versión o la de Sabina?
En mi disco se llamaba 'Corazón de contrabando'. Joaquín cambió un poco la letra y el título y la metió en el disco. Es prácticamente igual, pero me quedo con la mía con los ojos cerrados.

Se le ve habitualmente en conciertos de algunos de sus amigos, ¿qué opina de Quique González?
A Quique lo adoro. Creo que es, con mucha diferencia, el mejor autor de canciones que hay ahora mismo en este país. Tiene discos maravillosos, preciosos. Entre la gente joven me quedaría con él sin dudarlo. A Joaquín también le gusta muchísimo. Quique iba a ser telonero suyo hace tres o cuatro años, pero la gira se suspendió.

Además de actuar en 'Carretera y Top Manta', participa en una pequeña 'gira' paralela, 'Karaoke y Top Colcha', que llegará el 4 de septiembre a la madrileña sala Galileo Galilei ¿en qué consiste?
Es una iniciativa de mi amigo Rubén Martínez. Había gente que se había quedado sin entradas para la actuación de Barcelona y Rubén me propuso hacer un concierto barato con canciones de Joaquín cantadas por nosotros. Yo le dije que sí, pero con una condición: que no fueran canciones de Joaquín, sino canciones de todos. A mí lo que me gusta es cantar temas que yo he hecho con Joaquín.
Nosotros tocamos durante la primera hora y después ofrecemos al público la posibilidad de subir al escenario con nosotros. Es muy divertido ver la cara de ilusión de la gente cuando canta con la banda de Sabina. Creo que es una muy buena iniciativa.

Después de terminar la gira, ¿qué proyectos hay?
En octubre terminamos aquí y nos vamos a América hasta diciembre. Joaquín me ha prometido que después va a hacer "el mejor disco" de su carrera. Yo, como siempre, no me lo creo, aunque sé que será muy bueno porque él está empeñado en que lo sea. Ya tiene hasta título, pero aún no se puede decir. El último disco era el menos entregado de los que ha hecho y se quedó un poco chafado. Ahora quiere corresponder al público. Empezaremos a hacer las canciones en enero o febrero, lo grabaremos a lo largo del año que viene y calculo que saldrá para el verano o, si se retrasa, para otoño o navidades.

(MM)

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