jueves, 18 de septiembre de 2008

'NO DISPAREN CONTRA EL CRÍTICO (O APUNTEN ENTRE LOS OJOS)'. Javier Cortijo



CRÍTICA LITERARIA

Obra: 'No disparen contra el crítico (o apunten entre los ojos)'
Autor: Javier Cortijo
Género: Ensayo
Editorial: Jaguar
Año: 2000



LA CRÍTICA, AL DESNUDO

Hagan la prueba. Si no quedan convencidos tampoco pasará nada, que de la lectura todavía no se conocen efectos secundarios de talante negativo. Leer un artículo firmado por Javier Cortijo, crítico cinematográfico incrustado en la alineación titular del diario ABC como medio punta con olfato de gol, le permitirá, como poco, opositar a una sonrisa, cuyo precio en el mercadeo de la comunicación escrita cotiza al alza. Pasea este periodista por las páginas del matusalénico periódico un característico estilo que navega entre lo irreverente, lo sarcástico y lo directo. Lo último, tal y como se procesa en los cónclaves de especialistas, se agradece por parte del lector profano. Cortijo, como descripción de diccionario de una línea, no se corta delante del teclado. No se arredra si tiene que denostar a obra maestra venerada por el clan de eruditos del celuloide y, menos, si cree que debe defender a esa perla minimalista de semana en cartelera que apenas goza de repercusión mediática. Vigila ambas producciones por igual, analizadas con una literatura atiborrada de referencias contemporáneas captadas por el olfato cinéfilo de un treintañero que creciera disfrutando de autores como Fellini en aquellos añorados cines de barrio del Madrid que apuraba los felices 80.

Sus textos, a veces exprimidos en contadas líneas listas para ser asimiladas en un par de minutos, acotan esa distancia, a veces insalvable, que se establece entre especialista afín a la literatura cinéfilo-trascendental y espectador palomitero. Hecha la presentación del autor, el propio Cortijo publicó hace ya unos años un distendido ensayo, igualmente comprimido en poco más de cien páginas. Le dio por dar rienda suelta al vasto imaginario que hospeda en la mente de una forma inesperada, una expiación profesional, el coto cerrado de la crítica cinematográfica, no comparable a la de otros géneros, El tema podía tratarse desde decenas de perspectivas. La de Cortijo no será la mejor. Para eso ya están los afilados diálogos de la parte final de ‘Ratatouille' y ese texto todavía por concluir que el dramaturgo Juan Mayorga tiene en mente. Es la suya, que ya es suficiente, porque le acredita un buen trato con la escritura y un conocimiento real de los entresijos de esta tarea.

Las intenciones del autor están claras desde el título, ‘No disparen contra el crítico (o apunten entre los ojos)'. Cortijo intercala aspectos autobiográficos, los relacionados con su relación con el séptimo arte, con otros gremiales que se estrujan entre la leyenda, el tópico y la realidad. Se advierte cierta falta de estructura. Capítulos y anécdotas que se amontonan y sueltan sin un orden definido. Lastres menores ante el ingenio derrochado en determinados pasajes. A grabar en la memoria el decálogo del crítico perfecto y, más tronchante y revelador todavía, el bestiario que con el que clasifica a las diferentes especies de profesionales del sector que pululan por las salas de cine. Un lector con conocimientos en la materia puede jugar a adivinar quién se esconde detrás de los animales sobre los que fabula Cortijo. La lectura, en definitiva, se hace amena en virtud de esas comparaciones imposibles empleadas, metáforas colmadas de ingenio, disparatadas y en algunos casos descaradamente rebuscadas.

Las clasificaciones propuestas tienen más de divertimento que de tesis rigurosa. A fin de cuentas, la de crítico es una profesión tan ligada a la industria del cine y por extensión del ocio y entretenimiento, como la de cualquier otro estamento cercano a las cámaras, incluido el de espectador con conocimientos. Lejos de clichés y de aseveraciones irrebatibles, Javier Cortijo formula sus propias teorías al respecto, basadas en la desmitificación de la figura de este profesional.

‘No disparen contra el crítico (o apunten entre los ojos)' queda así como un saludable ejercicio introspectivo que permite conocer un poco más de cerca a esa fauna que decide las fronteras entre el buen y mal cine. No hay nada mejor que tomarse tamaña responsabilidad con un poco de humor, conclusión a la que se llega tras digerir este divertidísimo ensayo.

No hay comentarios: